UEMA ha iniciado una segunda fase en la que los taberneros, camareros y comerciantes que llegan desde otros países a Euskal Herria y trabajan de cara al público son los protagonistas. Ellas y ellos son la base de la campaña, cuyo objetivo es superar los prejuicios de los vascos que, al parecer, comienzan hablándoles en castellano.
En Euskal Herria hay muchos vascos de orígenes diversos, entre ellos Amin, Ansou, Narcisa, Rizwan, Keyla, Marcos, Maurizio, Guina, Jennifer, Daniel, Michele y Valeria, por ejemplo. Han nacido en Argelia, Senegal, Rumanía, Pakistán, Brasil, Bolivia, Cerdeña, Uruguay, México y Nicaragua. En casa han aprendido árabe, wolof, rumano, urdu, portugués, sardo o castellano, pero ya han trabajado e interiorizado su relación con el euskera.
El euskera no es su lengua materna, pero han decidido estudiarlo y utilizarlo. Sin embargo, muchas veces, debido a los prejuicios, los ciudadanos les hablan directamente en castellano, poniendo en duda que sean vascos.
El euskera, no obstante, es una herramienta para fortalecer las relaciones mutuas, el puente más sólido. Por eso, estos ciudadanos y ciudadanas también quieren hablar en euskera, porque les gusta y forman parte de la sociedad vasca.